LONDRES.- Miles de policías se preparan para ocupar las calles de Londres esta noche, con el fin de dispersar a manifestantes y saqueadores que han perturbado partes de la capital británica casi sin control durante las últimas tres noches.

La violencia -la peor en Londres desde los disturbios de los años 80- no parece querer detenerse en esta inmensa y multiétnica ciudad, de grandes disparidades de ingresos y oportunidades. 

La policía arrestó a más de 200 personas anoche y a un total de 450 durante las tres noches. La fuerza informó en un comunicado que 44 oficiales de policía resultaron heridos, al igual que 14 miembros del público.

Mientras crecen los reclamos de medidas más duras, el vicecomisario Stephen Kavanagh indicó que la policía considera usar balas de goma o plástico.

"Esto es delincuencia pura y dura y tenemos que hacerle frente y derrotarla", indicó el primer ministro David Cameron a periodistas fuera de su oficina de Downing Street, luego de interrumpir unas vacaciones con su familia en la Toscana para lidiar con la crisis.

Cameron dijo que unos 16.000 agentes se desplegarían en las calles de Londres el martes por la noche, frente a los 6.000 que estaban de servicio el lunes, reforzados por agentes de todo el país.

Pero muchos londinenses temen otra noche de disturbios. Algunos reportes indicaron que grupos de jóvenes estarían coordinando sus movimientos a través de las redes sociales, sobre todo mediante grupos de Blackberry Messenger.

En áreas desde Hackney, una de las más afectadas, hasta la zona de categoría de Sloane Square, algunos negocios cerraron temprano o colocaron tablones para evitar destrozos. En el elegante barrio de Wimbledon también circularon rumores de posibles incidentes.

David Lammy, miembro del Parlamento de Tottenham, dijo a través de Twitter que iba a pedir a Blackberry que suspendiera su servicio de mensajería. "Los londinenses no pueden tener otra noche como la de ayer", dijo.

Tottenham tiene zonas con altas tasas de desempleo y una historia de tensiones raciales con los jóvenes locales, resentidos con el accionar de la policía.

Los primeros incidentes se registraron el sábado en el distrito de Tottenham, en el norte de Londres, cuando una protesta pacífica por la muerte de un sospechoso a manos de la policía se tornó violenta. La bronca prendió, agitada por el malestar por las difcultades económicas, el recorte del gasto público y las subas de impuestos para ayudar a eliminar un déficit público que se sitúa en el 10% del Producto Interno Bruto.

En el distrito pobre de Woolwich, en el este de la ciudad, los cristales rotos llenaban las calles, salpicadas de productos robados, maniquíes y otros restos de los saqueos.

"Es muy triste ver esto, pero los chicos no tienen trabajo, no tienen futuro y los recortes lo han hecho peor. Estos chicos son de otra generación y no les importa", dijo el electricista de Hackney Anthony Burns, de 39 años. "Ya verás, esto es sólo el comienzo", agregó. (Reuter)